Por segundo año consecutivo, Betis y Real Madrid se ven las caras en una semifinal de este mito del verano conocido por los siglos de los siglos como 'el trofeo de los trofeos'. Los béticos, entonces entrenados por Irureta, derrotaron a los blancos en una tanda de penaltis que supuso el primer paso en el proceso de cuestionamiento que, a la postre, acabó con Fabio Capello. Aquel Carranza fue desastroso para los blancos porque quedaron cuartos y su pésimo fútbol encasilló al italiano como entrenador aburrido. Ramón Calderón no le perdonó ni ser campeón de Liga y apostó por Schuster con la esperanza de que devolviera el fútbol-arte a la exigente y exquisita parroquia del Santiago Bernabéu.
Pero la pretemporada no ha sido nada brillante para los blancos. El alemán se ha quitado, y ha quitado presión a su entorno con la esperanza de que le dieran a sus holandeses favoritos. Drenthe y Sneijder, más el eterno sueño de Robben, pueden (espera), paliar esta floja imagen estival. Y ojito con el Betis, que está motivado. Manuel Ruiz de Lopera, que ha vuelto al ruedo (del que nunca salió, por cierto) como consejero delegado, se ha gastado en fichajes 25 millones de euros. Echemos cuentas: 6,5 con Mark González; siete millones de Pavone; 2,5 por asegurarse la carta de libertad de Babic; tres millones por Ricardo; otros tres por Lima (que pasado mañana puede ser italiano, es decir comunitario) y 750.000 euros que ha soltado al Villarreal por el año de cesión de Somoza. Sumen los 2,5 que debió pagar para adquirir al esloveno Ilic en propiedad. Esto, y la consolidación de su emisora oficial, Radio Betis, donde el programa estrella es La hora de la verdad, en el que don Manuel suelta las verdades del barquero dos veces por semana, han dado una nueva cara a este Betis del enérgico Héctor Cúper.
Será un partido lleno de alicientes. Para los amantes del buen fútbol, es un placer poder decir que Van Nistelrooy está preparado y listo para la acción. Es un goleador como la copa de un pino. Podemos ver a Metzelder, pero echaremos de menos a Cassano. El año pasado, el seleccionador de Italia, Roberto Donadoni le estuvo espiando y le elogió en AS: "Tiene un talento sobrenaturale", espetó. Por desgracia, no lo ha demostrado.
Pasado glorioso.
Cádiz es un lugar donde el Real Madrid es muy querido, aunque hace 25 años que no gana el Trofeo Carranza. Su último triunfo fue en 1982. 1-0 a la Real Sociedad y todavía jugaba Vicente del Bosque, hoy asesor deportivo de Arturo Baldasano, ya confirmado presidente del Cádiz y que sigue soñando por serlo del Real Madrid (de hecho, si saliera elegido, tiene previsto cederle la presidencia amarilla a su hijo Iván).
Pregunta del millón. ¿Ramón Calderón se sentará junto a él en el palco? Quien seguro que no viene es Lopera, por cierto, un verdadero enamorado de este torneo y que no olvida que en 2000 lo disputó gratis. El caché de su equipo, 25 millones de las antiguas pesetas, lo destinó para ayudar a cobrar a los futbolistas del Cádiz, entonces encerrados por impago. Eran otros tiempos.
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